Paraíso escondido

Siempre he pensado que sería feliz viviendo en un bosque, al menos por un tiempo. Sentir ese contacto con la naturaleza, los pajaritos cantando, un abrumante verdor. En una caminata temprano por la mañana; respirando profundo, pudiendo captar el olor a madera mojada por el rocío de la noche, las hojas de los árboles cargadas de gotitas tras una pequeña lluvia, o simplemente ver la luz colándose entre lo espeso del follaje.


Las hojas secas crujían al contacto de sus pies, como invitándola a seguir su relajante paseo, internándose cada vez más en una realidad más oculta, más hermosa.

Es como si sintiera todo aquello. El idioma secreto de las aves, el leve murmullo de los árboles al viento. Respiró profundo, llenándose de calma, y de un extraño sentimiento que no supo identificar. Lo sabía... estaban ahí.

Quizás el escepticismo actual las habría extinguido; pero ella sabía que la magia aún existía, pero solamente en los ojos de quien quisiera verla.

Volvió a sonreír, apartando unas pocas ramas para seguir caminando..


¿No es la música algo maravilloso?
Me sentí conmovida por canciones que había escuchado antes, pero a las que realmente no había puesto atención. Letras tan hermosas, sentimientos tan bien expresados.

Cada palabra elegida con cuidado, paso a paso, como una maestra obra de arte.
Simplemente quiero volver a sumergirme en ese mundo...